“Mire, hija, esos eran ellos, los mártires”, dice la mujer a la niña que lleva de la mano, mientras ven una alfombra con los rostros de Elba y Celina Ramos y los seis jesuitas. El diseño hecho de sal y montado sobre el asfalto formó parte del camino de alfombras por el que pasó la Procesión de Farolitos de la vigilia del XXX aniversario de los mártires de la UCA, celebrada el 16 de noviembre en el campus.
Más de cuatro mil personas se dieron cita en la Universidad para participar en el homenaje que se realiza, año con año, desde 1990, y que es ya una tradición de memoria histórica y de celebración del triunfo de la luz sobre la oscuridad.
La Procesión recorrió la calle interna del campus e hizo cuatro estaciones, en las que se reflexionó sobre el legado de los mártires. El punto de llegada fueron las canchas techadas del Centro Polideportivo, donde se celebró la misa por todos los mártires de El Salvador.
La eucaristía fue oficiada por el cardenal Michael Czerny y concelebrada por el cardenal Gregorio Rosa Chávez, monseñor Santo Gangemi, nuncio apostólico, y un grupo de sacerdotes jesuitas. La homilía estuvo a cargo del P. Andreu Oliva, rector de la UCA. En su mensaje, recordó que las vidas y muertes de los mártires “dejaron una huella imborrable” que inspira a seguir su ejemplo. Aseguró que los mártires “pusieron en evidencia que amar tiene graves consecuencias cuando se viven en medio del odio. Su amor al hermano se hizo trabajo en investigaciones para comprender la realidad y promover su transformación, para denunciar los abusos y las injusticias, para defender los derechos de los pobres”.
Ese odio al que se enfrentaron los mártires, explicó el rector, sigue vivo en la realidad salvadoreña: “La sociedad muestra su odio hacia la comunidad LGBTI al negarle derechos fundamentales, y hacia las mujeres que cumplen largas condenas por aborto, muchas de ellas condenadas injustamente. ¿No es odio negar el derecho humano al agua a todo un pueblo? ¿No es odio a los trabajadores pagarles un salario mínimo que no alcanza para vivir decentemente? ¿No es odio hacia los adultos mayores que, después de una larga vida laboral, reciban una pensión miserable o, peor aún, que no tengan derecho a ninguna pensión? ¿No es odio a los migrantes retenerlos en las fronteras como en campos de concentración (…)? ¿No es odio hacia los pobres empujarlos a abandonar sus familias y el país para buscar el sustento familiar?”.
Porque las injusticias son estructurales y los cambios que soñaron los mártires todavía no se han materializado, continúa vigente “el legado de una universidad comprometida con la sociedad, y particularmente con las causas de los empobrecidos, de la búsqueda de la verdad, la libertad, el bien común y la justicia social desde el propio quehacer universitario. Una universidad puesta al servicio de la verdad y de la justicia”, dijo Oliva. Este horizonte, afirmó, “fue incómodo para el poder en la década de los ochenta, y sigue siendo incómodo ahora para todos aquellos poderes que defienden su deseo de dominación de la sociedad en contra de los pueblos”.
Al finalizar la eucaristía, arrancó el acto cultural de la vigilia con la presentación de parte de la obra Plegaria bajo la luna y la arboleda, a cargo de los elencos de teatro, danza y música de la Universidad. La obra, estrenada el 14 de noviembre, llama a no repetir los errores del pasado y a dar voz a las víctimas anónimas del conflicto armado. Luego se dio espacio a las melodías de los ganadores del Certamen de Canción “Grande, Aguilares”: Manuel de Jesús Portillo y el Coro Monseñor Romero, Grupo Acobamor y Nelson Pérez, seguidos de Yaxanutal, Guillermo Cuéllar, Las Musas Desconectadas y representantes de las pastorales de la UCA de Nicaragua y El Salvador.
Actividades conmemorativas
Noviembre estuvo lleno de actividades en memoria de los mártires. De ellas destacan la Cátedra de Realidad Nacional, que abordó el tema “¿Hacia dónde va El Salvador?, ¿qué escenarios podemos esperar?”; el XII Certamen Literario Conmemorativo de los Mártires de la UCA; la presentación de la colección virtual que recopila la obra y producción intelectual del P. Segundo Montes; foros sobre la psicología social desde la herencia de Ignacio Martín-Baró; foro sobre personas desaparecidas, justicia y reparación; y la elaboración y presentación de un mural conmemorativo, que estará ubicado dentro del campus. También se contó con la participación de James McGovern, congresista demócrata estadounidense, y el cardenal Michael Czerny, quienes compartieron en diferentes espacios sus mensajes sobre el legado y vida de los mártires.